Este fue el interesante tema del Seminario que se efectuó
este viernes 6 de septiembre en el IESA con el Profesor Antonio Baggi, que
tiene Doctorado en Filosofía en la Pontificia Universidad Santo Tomás (Roma,
Italia), entre otros títulos.
La fraternidad, nacida como uno de los componentes de la
trilogía revolucionaria de 1789 en Francia, quedó prontamente relegada y
ensombrecida por la encarnación histórica de las otras dos consignas que la
acompañaban inicialmente: la libertad y la igualdad. La situación actual del
mundo no se resuelve porque falta fraternidad. La fraternidad es el acto por lo
cual los distintos cuerpos se entienden. Los Hermanos, los iguales. La
autoridad se debe separar del poder porque cuando ambas se identifican
fracasan. El Fraterno es horizontal, es principio de realidad, de diferencia.
La Fraternidad tiene una dimensión de igualdad y libertad. Dimensión del límite
vertical, lo que está por encima de mí. Puede ser Dios, el Padre, el superior,
etc. Con la Fraternidad se entra en un pensamiento complejo. La familia es una
estructura compleja y si se quiere eliminar su complejidad se crea conflictos.
En
la Revolución Francesa no se respetó la Fraternidad y por eso termino rápido.
La Fraternidad es un regulador de la Libertad y la Igualdad. La Sociedad debe
producir el bien, mas allá de la producción de bienes, o sea la Fraternidad. La
economía tiene que ser humana. La voluntad de crear riqueza, bien Social. La
fraternidad es como un tercer principio, luego del intercambio y la eficiencia.
La Economía Civil, que es una nueva expresión, busca que existan los tres
principios de LIF, o sea es una corriente cultural de interpretación de la
economía, que incluye una teoría económica del mercado fundada sobre los
principios de reciprocidad y de fraternidad, como una alternativa al
capitalismo. La Economía de Comunión (EdC), fundada por Chiara Lubich en mayo
de 1991 en Sao Paulo, está formada por empresarios, trabajadores, directivos,
consumidores, ahorradores, ciudadanos, investigadores y operadores económicos
comprometidos a distintos niveles en la promoción de una praxis y una cultura
económica caracterizadas por la comunión, la gratuidad y la reciprocidad,
proponiendo y viviendo un estilo de vida alternativo al dominante en el sistema
capitalista.
La economía civil es una tradición de pensamiento que
considera el mercado y la empresa no son el reino del interés individual sino
un asunto de reciprocidad y de fraternidad. Solo interpretando así la economía
podemos decir que la Economía de Comunión (EdC) es verdadera economía y no una
experiencia marginal promovida por algunos empresarios buenos para tapar los
agujeros de la economía que cuenta. Es una novedad que no puede encuadrarse en
el esquema dualista “con ánimo de lucro” y “sin ánimo de lucro” típico de la
tradición capitalista. Cuando leemos la EdC desde la perspectiva cultural de la
economía civil, ésta se convierte en el paradigma de las empresas “proyecto”
(que no están a favor ni en contra del beneficio), típicas de la economía
civil, en las que los empresarios son constructores de proyectos compartidos,
en los que el beneficio es un elemento más. Al mismo tiempo, la EdC y la
espiritualidad de la que nació, nos ofrecen también las categorías teóricas
para dar contenido a la economía civil: reciprocidad, gratuidad, fraternidad,
bienes relaciones. Palabras todas ellas “aprendidas” observando la vida de los
empresarios, trabajadores y pobres del proyecto EdC. Así pues, sin la
experiencia y la espiritualidad de la EdC probablemente el contenido teórico de
la economía civil sería hoy más pobre y desde luego distinto; sin la
elaboración de la economía civil, la EdC tendría menos dignidad científica,
sería considerada como una anómala excepción y le faltaría el carácter
universal que le da la perspectiva de la economía civil.
Yorkino Venezolano felicita al Profesor Baggi que desarrollo un tema de
mucho contenido filosófico en un ambiente de economía y Finanzas, como son los
salones del IESA, que me recordaron gratamente las muchas horas de clases que
recibí cuando curse mi PAG – IESA.
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