Cuadro pintado por el Artista Roland Ramirez (operaludica@gmail.com)

viernes, 6 de septiembre de 2019

La fraternidad en la Ecuacion empresarial

Este fue el interesante tema del Seminario que se efectuó este viernes 6 de septiembre en el IESA con el Profesor Antonio Baggi, que tiene Doctorado en Filosofía en la Pontificia Universidad Santo Tomás (Roma, Italia), entre otros títulos.  

La fraternidad, nacida como uno de los componentes de la trilogía revolucionaria de 1789 en Francia, quedó prontamente relegada y ensombrecida por la encarnación histórica de las otras dos consignas que la acompañaban inicialmente: la libertad y la igualdad. La situación actual del mundo no se resuelve porque falta fraternidad. La fraternidad es el acto por lo cual los distintos cuerpos se entienden. Los Hermanos, los iguales. La autoridad se debe separar del poder porque cuando ambas se identifican fracasan. El Fraterno es horizontal, es principio de realidad, de diferencia. La Fraternidad tiene una dimensión de igualdad y libertad. Dimensión del límite vertical, lo que está por encima de mí. Puede ser Dios, el Padre, el superior, etc. Con la Fraternidad se entra en un pensamiento complejo. La familia es una estructura compleja y si se quiere eliminar su complejidad se crea conflictos. 

En la Revolución Francesa no se respetó la Fraternidad y por eso termino rápido. La Fraternidad es un regulador de la Libertad y la Igualdad. La Sociedad debe producir el bien, mas allá de la producción de bienes, o sea la Fraternidad. La economía tiene que ser humana. La voluntad de crear riqueza, bien Social. La fraternidad es como un tercer principio, luego del intercambio y la eficiencia. La Economía Civil, que es una nueva expresión, busca que existan los tres principios de LIF, o sea es una corriente cultural de interpretación de la economía, que incluye una teoría económica del mercado fundada sobre los principios de reciprocidad y de fraternidad, como una alternativa al capitalismo. La Economía de Comunión (EdC), fundada por Chiara Lubich en mayo de 1991 en Sao Paulo, está formada por empresarios, trabajadores, directivos, consumidores, ahorradores, ciudadanos, investigadores y operadores económicos comprometidos a distintos niveles en la promoción de una praxis y una cultura económica caracterizadas por la comunión, la gratuidad y la reciprocidad, proponiendo y viviendo un estilo de vida alternativo al dominante en el sistema capitalista.
La economía civil es una tradición de pensamiento que considera el mercado y la empresa no son el reino del interés individual sino un asunto de reciprocidad y de fraternidad. Solo interpretando así la economía podemos decir que la Economía de Comunión (EdC) es verdadera economía y no una experiencia marginal promovida por algunos empresarios buenos para tapar los agujeros de la economía que cuenta. Es una novedad que no puede encuadrarse en el esquema dualista “con ánimo de lucro” y “sin ánimo de lucro” típico de la tradición capitalista. Cuando leemos la EdC desde la perspectiva cultural de la economía civil, ésta se convierte en el paradigma de las empresas “proyecto” (que no están a favor ni en contra del beneficio), típicas de la economía civil, en las que los empresarios son constructores de proyectos compartidos, en los que el beneficio es un elemento más. Al mismo tiempo, la EdC y la espiritualidad de la que nació, nos ofrecen también las categorías teóricas para dar contenido a la economía civil: reciprocidad, gratuidad, fraternidad, bienes relaciones. Palabras todas ellas “aprendidas” observando la vida de los empresarios, trabajadores y pobres del proyecto EdC. Así pues, sin la experiencia y la espiritualidad de la EdC probablemente el contenido teórico de la economía civil sería hoy más pobre y desde luego distinto; sin la elaboración de la economía civil, la EdC tendría menos dignidad científica, sería considerada como una anómala excepción y le faltaría el carácter universal que le da la perspectiva de la economía civil.

Yorkino Venezolano felicita al Profesor Baggi que desarrollo un tema de mucho contenido filosófico en un ambiente de economía y Finanzas, como son los salones del IESA, que me recordaron gratamente las muchas horas de clases que recibí cuando curse mi PAG – IESA


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