Ese día tuve la enorme suerte de
que toda mi familia me acompañará en el ágape donde, junto con mis otros dos QQHH
iniciados, compartimos momentos muy alegres y felices y hoy todos ellos recuerdan ese día tan especial.
Soy un hombre distinto y he estudiado y aprendido mucho, pero aun debo seguir puliendo mi piedra bruta, construyendo
mi templo interior y bajar al cuarto de reflexiones, para poder ayudar a los demás.
Todas las cosas que a uno le pasan en la vida tienen una razón, y por ello hay que verle la parte positiva, aunque
sean muy malas y dolorosas.
Lo mas hermoso que he disfrutado es la gran cantidad Masones que he conocido y el haber podido asistir a distintos
eventos masónicos a nivel nacional e internacional, lo que me ha dado una
visión global de la Orden, de sus fortalezas y de sus amenazas.
Mientras tenga fuerzas físicas, morales y espirituales y si el G:.A:.D:.U:. lo permite, seguiré trabajando por que la Masonería en Venezuela sea digna,
donde la verdadera fraternidad, tolerancia y solidaridad sean sus objetivos,
donde la filantropía sea su propósito, sumar y no restar, amar y no odiar,
construir y no destruir, unir y no desunir.
El cambio es posible si todos
caminamos hacia ese horizonte.
¡Todos mis hermanos me reconocer como tal!
Saludos Fraternales a los Masones, mis Queridos Hermanos, por
su aceptación.
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