El hombre desde sus inicios buscó un lugar adecuado para rendirle culto a
ese Ser Supremo creador del todo, y encontró la piedra, una alta piedra, donde
se inclinó para rendir culto a Dios y a todo lo que era superior a su
entendimiento o a su razón; ante esa piedra alta, Ara o altar.
El Ara está representada en los Templos del Rito Esc:. A:. y A:. por una
figura prismática, triangular, iluminada por tres antorchas sobre CCol:. colocadas
en tal forma que solo una de ellas ilumina hacia el norte, que es el lugar en
que el H:. Apd:. debe ocupar, por no encontrarse en capacidad para recibir toda
la luz que imprime nuestra Orden.
Se ve enseguida sobre el
Ara una hermosa alegoría, la formada por la Biblia, el Compás y la Escuadra.
La BIBLIA se coloca sobre el Ara, en nuestro medio, por estar previsto
en nuestros
Antiguos Linderos que sobre el Ara debe colocarse el libro que
exprese los fundamentos de la religión dominante del país en donde se trabaja.
Así en los países orientales se encuentra El Corán para los mahometanos; los
Siete Libros Sagrados para los hindúes, o los libros de Confucio para el pueblo
chino; y en los países occidentales la Biblia.
Ahora bien: La Biblia no está abierta en un punto cualquiera,
indeterminado y sin importancia, ni se abre en una página que encierra una
simbología más. El Compás, emblema de justicia e igualdad y la Escuadra,
símbolo venerado de la rectitud que estamos obligados a imprimir a todos
nuestros actos, beben la luz y la esparcen por sobre todos los HH\ presentes y
por sobre el universo entero, en uno de los más hermosos cánticos de David, en
aquel que se rinde tributo y homenaje a la fraternidad humana, en el Salmo 133,
que reza así:
“(1) MIRAD CUAN BUENO Y CUAN DELICIOSO ES HABITAR LOS HH:. JUNTOS EN
ARMONIA.
(2) ES COMO EL BUEN ÓLEO SOBRE LA CABEZA, EL CUAL DESCIENDE SOBRE LA
BARBA DE AARÓN Y BAJA HASTA EL BORDE DE SUS VESTIDURAS.
(3) ES COMO EL ROCÍO DE
HERMÓN, QUE DESCIENDE SOBRE LOS MONTES DE SIÓN, PORQUE AHÍ ENVÍA JEHOVÁ
BENDICIÓN Y VIDA ETERNA”.
Veamos como este cántico contiene
para nosotros infinidad de símbolos: hasta en su estructura misma. Desde luego
reparemos que son tres estrofas o versos. Tres, el número básico del Apd:.. Es
el número de preguntas cuyas respuestas hube de dar en el C:. de Ref:.,
formando así el simbólico testamento que precede a la Inic:.
En cuanto a la interpretación de cada una de estas estrofas, ofrece en
sí el mismo aspecto que están en los grad:. simb:..
Hemos visto que el primer versículo dice:
“MIRAD CUAN BUENO Y CUAN DELICIOSO ES HABITAR LOS HH:. JUNTOS EN
ARMONIA”
Esto no es otra cosa que un hermoso y excelso canto a la Frat:. que nos
impusimos el deber de hacerlo cuando fuimos admitidos en la Ord:., es la base
de la armonía y de la igualdad entre los humanos. Mientras haya egoísmo,
tiranía, mezquindad sobre la faz de la tierra, los TTall:. Mas:. serán la llama
de ese ideal fraterno y será nuest:. deber, como custodios y herederos de esta
llama, velar porque ella crezca más y más, en vez de extinguirse.
Dice la segunda estrofa del Salmo que la Frat:.:
“ES COMO EL BUEN ÓLEO
SOBRE LA CABEZA, EL CUAL DESCIENDE SOBRE LA BARBA DE AARÓN Y BAJA HASTA EL
BORDE SUS VESTIDURAS”
Los
aceites aromáticos eran usados por los sacerdotes y oficiantes del pueblo de
Israel
como señal especial o atributo de distinción en las más altas ceremonias
religiosas. Así desprendemos que las numerosas citas que hacen los primeros
cinco libros de la Biblia, cuyo origen se atribuye a Moisés. Comparar, pues, la
Frat:. humana con estos deliciosos ungüentos es, por consecuencia, que
equipararla casi a un atributo concerniente a la Divinidad, si, esta
comparación, como vemos, fluye de la Biblia misma.
Y llegamos a la tercera y última de estas estrofas, a aquella que piensa
que la Frat:.:
“ES COMO EL ROCÍO DE HERMÓN, QUE DESCIENDE SOBRE LOS MONTES DE SIÓN,
PORQUE AHÍ ENVÍA JEHOVÁ BENDICIÓN Y VIDA ETERNA”.
El Deuteronomio, ese
libro bíblico que, después de mostrarnos los padecimientos del pueblo de JHV
en la desolada península sanaítica, nos relata las guerras triunfales de este
pueblo para conquistar la tierra prometida, la tierra de las Doce Tribus, de
los Jueces, en fin, el Reino de Sión; el Deuteronomio, decíamos, nos habla por
primera vez de Hermón. Como cumbre de sus victorias después de tomar Hesbón, y
Basán, y la tierra toda del Rey Og y del Rey Argob, los dominios de Moab y
muchos campos y ciudades y valles que con toda profusión se enumeran, los
guerreros de Israel llegan al monte más alto de toda la región conquistada;
monte que los Sidoneos llamaron Siriós y los Amerrheos Senir.
Dominan,
desde él, todo el futuro reino de promisión y de paz y dan a esta montaña, la
más alta de todas, el nombre de
Hermón.
Ahora bien, la altitud geográfica, su
elevación sobre la comarca que domina, todas las circunstancias, en fin, hacen
pensar que de este monte Hermón, nacía el sistema hidrográfico que fecundaba
los campos generosamente, que producía, según la Biblia, dos y tres cosechas al
año, otrora prodigiosos de la tierra de Sión; campos bañados por un sol
radiante. Las lluvias, el rocío acumulados sobre el Hermón formaban torrentes
que descendían a los valles más próximos, o como dice el Salmo “descendían
sobre los montes de Sión”. De allí enviaba JHV “bendición y vida
eterna”, porque la tierra fecunda estaba siempre ávida de agua que le entregaba
el sistema montañoso de Sión, cuya eminencia principal era y es el Hermón.

¿No
es acaso bella esta alegoría? Hermón es la montaña maravillosa. Representa a la
Mas:. esotérica y la Frat:. Univ:.. Sus aguas fecundantes se derraman primero
sobre los montes de Sión, vale decir, sobre todas las Grandes Log\ de la tierra;
de allí descienden a los valles, a los Tall:. MM:., a la Frat:. toda, porque de
allí, como ya lo cantó David “envía JHV bendición y vida eterna”. Sobre
el campo ya preparado de nuestros espíritus viene después, desde la altura, la
filosofía masónica, en las enseñanzas de su doctrina, por sus altos
dignatarios; es el agua que purifica y que fecunda, que da al terreno fértil
del espíritu, dentro del valle defendido por esas fortalezas, perfección y vida
eterna. Vida eterna porque nuestros principios son inconmovibles, como
inmortales son nuestra filosofía y nuestra concepción del espíritu. Las
montañas aman a los valles y los fecundan con sus aguas vivificantes, los
valles se aman entre sí: aquel que está más cerca de la montaña Hermón bebe
solo el agua que necesita y hace pasar a través de sí, con fraternal voluntad,
el torrente de perfección que ha recibido.
Y así,
de valle en valle. Como el Maest:. al comp:. y como el comp:. al Apred:.; y si
el precioso torrente llegase a perderse precipitándose en el mar, no
desesperemos, ni nos inquietemos: las leyes inmutables de la Naturaleza, fuente
de energías y madre de vida, lo han previsto. Condensarán nuevamente el agua de
los mares, purificándolo en albas nubes que remontarán el espacio para ir a
formar otra vez el rocío del Hermón, la filosofía masónica que viene como en
Judea, descendiendo del oriente que es luz y que es vida…
Especulación: Moisés – La M:.R:. Gran Log:. – El más alto Poder
Mas:.
Verso (2): JHV – El G:.A:. D:. U:.
Aarón –
El Gran Maestre
La
Cabeza de Aarón – La Logia Simb:.
Las
vestiduras: Los HH:.– El Pueblo Mas:.
TODO
– La Frat:.Perfecta
Óleo –
Esencia de la divinidad – Perfume de la Virtud – Alma
Verso (3): Hermón – La
Masonería esotérica y la Frat:.Univ:.
Lluvia
– Agua – La filosofía más\ – Doctrina
Campos
fecundos – El espíritu – Mentes del Pueblo Mas:.
Vida
Eterna – Nuestros principios son inmutables, inconmovible como inmortal es
nuestra concepción del espíritu.
Los
valles – Las logias, se aman entre sí
Fuente:
Tomado del trabajo del I:. P:. H:.
Carlos Noya Salcedo, P:.G:.M:. de la Ser:. G:. L:. Nac:. del R:. E:. A:. y A:.
del P:.
Respetable
Logia Simbólica Centauro N° 9-96. / Investigación realizada por el V:.H:. SIXTO LÓPEZ
GONZÁLEZ