EL DOLOR DE UN MASON
Cuando estaba en el proceso de
ingresar a la Orden, se me dijo que la Masonería era una institución de hombres
libres, de buenas costumbres y amantes de la libertad, Igualdad y Fraternidad.
También se me dijo que ahí reinaba la tolerancia, el respeto, la unión y se
pregonaba el Amor, la comprensión, la moral, etc, etc O sea una institución llena de valores éticos
y morales y eso fue lo que me cautivo para ingresar en la Orden. Luego de más
de 16 años de iniciado en la Orden, he visto y notado que no todo es como me lo
pintaron. Por supuesto siempre dicen que la Masonería, como institución, es
perfecta, que los imperfectos somos los Masones. ¿Será verdad?
Lo preocupante es cuando son
muchos los Masones imperfectos y la masonería empieza a parecerse más a un Club
Social, partido político o asociación gremial, que una institución moral, donde
si uno no se alinea a una determinada corriente ya dejas de ser un Querido
Hermano y hasta tus progresos masónicos te los dilatan o peor, te echan balotas
negras.
He transitado un año 2015 muy
complicado, luego que se ordena por unos llamados QQHH, abrir un juicio
masónico político, de manera manipulada y malintencionada, que en mi opinión
fue aberrante, más allá de los temas legales que hasta lo he calificado como un
verdadero fraude legal
Algunos pocos QQHH, sin saber las
verdaderas causas del juicio, se dedican hacer comentarios hacia poco
fraternos, cayendo en el chisme, la bajeza y la descalificación, haciendo caso
omiso a los distintos juramentos que en todos los grados hacemos, como es
respetar a los Hermanos.
Realmente les confieso que no me
preocupa en lo absoluto que se haya iniciado un juicio manipulado y
malintencionado, tal como lo señalé más arriba, que las causas hayan sido
igualmente manipuladas, que el tribunal de primera instancia haya mentido descaradamente
en su sentencia, que en todo el proceso se me haya y se me sigue violando mis
derechos humanos y masónicos, el debido proceso y la legítima defensa, que no
se me haya permitido ver el expediente durante todo el juicio, que la supuesta
malversación y daño patrimonial al que de una forma muy olímpica y nada profesional
determina el tribunal, solo alcance a la insignificante cifra de 140 USD, que
por más que se haya dicho que no hubo ningún ocultamiento de información financiera
a la Gran Cámara se siguen insistiendo que eso es perjuro, el retardo procesar
por casi un año de mi solicitud de restituirme mis derechos masónicos
suspendidos ilegalmente, la demora injustificada en las decisiones de la Alta
Cámara de Justicia ante mi apelación a la sentencia del tribunal de primera
instancia, y así muchos otros elementos, como dije al inicio de éste párrafo,
no me preocupan, lo que realmente me preocupa y me duele en lo más profundo de mi
corazón, es como unos QQHH me quintan el saludo, me esquivan, hacen comentarios
infundados, etc, etc,, como si hubiera contraído una rara enfermedad que los
pueda contagiar. Ese es mi gran Dolor, que una institución que se dice
moralista, tolerante y fraternal a la hora de la verdad, un minúsculo grupo actúa
de ésta forma. El lema electoral de “Fraternidad,
Fraternidad y más Fraternidad” se esfumo y se convirtió en otra cosa muy distinta,
tal vez ¿Nekan, Nekar?
A esos QQHH que actúan de esa
manera, Yo como Sumo Pontifique les construyo un puente de Amor, de verdadera
fraternidad y de respecto, y les perdono, porque más allá de lo que resulte en
ese Juicio lo más preciado en esta vida es la amistad y la solidaridad.
Con celo y fervor.
Sixto López González
Les copio abajo este relato
maravilloso, tomado de la Resp Logia Centauro N° 9-96 - Mexico.
Las siete lagrimas del
Viejo Mason:
En un rincón del Templo,
sentado en su banquita, mirando el Delta Luminoso, un triste y viejo Maestro
Masón lloraba.
De sus ojos, extrañas lágrimas le escurrían por el rostro, sin saber el porqué,
se las conté: fueron siete. Con las ganas incontenibles de saber el motivo, me
aproximé y lo interrogué, “¿Habla, mi Viejo Maestro! Dile a tu eterno Aprendiz porque
externas así tan visible dolor?”. El, suavemente, me respondió, “¿Estás
viendo a estos Hermanos que entran y salen? las lágrimas que contaste están
dedicadas a algunos de ellos.”
“La Primera, es por esos indiferentes, que no valoran la historia, el
esoterismo, la liturgia y el ritual, y aquí vienen en busca de distracción,
para salir ironizando aquello que sus mentes ofuscadas no pueden concebir.”
“La Segunda, me la arrancan esos eternos inseguros que pretenden creer
desacreditando a los viejos Maestros y a la expectativa de un milagro que les
haga alcanzar aquello que sus propios méritos le niegan”.
“La Tercera, se distribuye a los malos, a aquellos que solamente asisten a la
Logia para promover la discordia entre los Hermanos”.
“La Cuarta, es por los HH.·. fríos y calculadores que, aun sabiendo que existe
una Fuerza Espiritual, procuran beneficiarse de ella de cualquier forma y no
conocen la palabra Amor”.
“La Quinta, va a los que llegan con suavidad, tienen la sonrisa y el elogio a
flor de los labios, pero si pudiéramos ver bien su semblante, veremos escrito
en el rostro: Creo en el Gran Arquitecto Del Universo, en la Orden y en mis
Hermanos, pero sólo si pudiera servirme de ellos”.
“La Sexta, se la doy a los fútiles, insignificantes, que van a la Log.·.
buscando acercamientos para cobijarse pero sus ojos revelan un interés
diferente”.
“La Séptima, mi amado H.·., fue grande y se deslizó pesada! fue la última
lágrima, aquella que vive en los ojos del Verdadero Masón. Que estas lágrimas,
Q.·. H.·. sirvan para recordarle a los HH.·. vanidosos que olvidan que existe
el respeto y que existen HH.·. necesitados de caridad y tantos seres humanos
necesitando del amparo material y espiritual”.