Este 30 de octubre
2025 celebra con humildad y gratitud el QH Sixto Oswaldo López González 26
años de su iniciación en la Orden Masónica, acontecida en la Respetable Logia Templo de Salomón N° 172 al
Oriente de Caracas. Aquel día marcó el inicio de una senda de aprendizaje
profundo, de simbolismo y escocismo, transitada con firmeza tanto en el Rito
Escocés Antiguo y Aceptado como en el Rito York. Durante este largo
tiempo, ha tenido el honor el QH Sixto de ascender peldaño a peldaño en la
escalera iniciática, enfrentando pruebas, superando adversidades y cultivando
el estudio constante como herramienta de transformación. Hoy, con orgullo
sereno, puede decir que ha recibido los más altos reconocimientos de ambos
Ritos: el Grado 33° como Gran Inspector General de la Orden y la investidura
como Caballero Templario.
Su recorrido ha estado marcado por el servicio
en múltiples cargos: desde Segundo Diácono hasta Venerable Maestro de Logia;
Muy Sabio y Perfecto Maestro, Sumo Sacerdote, Gran Sumo Sacerdote, Ilustre
Maestro, Comandante, Muy Respetable Gran Maestro y Soberano Lugarteniente Gran
Comendador. Cada cargo ha sido una oportunidad para honrar la tradición,
fortalecer la fraternidad y contribuir al legado institucional.
El QH Sixto a tenido el privilegio de conocer
templos masónicos en toda Venezuela y en países hermanos, participando en
Congresos Masónicos internacionales en La India, Rumanía, Turquía, Francia,
España, Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador,
Panamá, Perú, Argentina, Chile, Cuba, República Dominicana, Aruba, Bolivia,
Brasil, etc.. Cada encuentro ha reafirmado el carácter universal de nuestra
Orden y el poder transformador de la fraternidad.
No han faltado momentos dolorosos, cuando se
manifiestan los tres enemigos de la Masonería: la ignorancia, el fanatismo y la
avaricia, y pudiéramos agregar la envidia. Pero tras cada caída, lo esencial ha
sido levantarse con dignidad, reafirmar los principios y continuar la obra.
El QH Sixto López González agradece
profundamente a su esposa, a sus hijos, a sus padres —hoy en el Oriente
Eterno—, a sus hermanos carnales y a sus Queridos Hermanos por acompañarlo en
esta travesía. Las tenidas han sido el espacio más hermoso de la Orden, donde
la palabra se convierte en luz y el silencio en reflexión.
El Qh López seguirá adelante, con la mirada
puesta en el Oriente, hasta que el Gran Arquitecto del Universo lo disponga.

