No pedimos que a partir de nuestra relación hemos de hacer
dinero, o aún más favorecer a nuestros intereses comerciales, o lograr alguna
otra forma de ganancia egoísta. Nuestra relación con él será nuestra propia
excusa, nuestra propia justificación, nuestra propia recompensa. Todos nosotros
sabemos que este amor fraternal es uno de los bienes supremos, sin la cual la
vida sería sola, infeliz, fea. Esto no es una esperanza o un sueño, sino una
realidad - tan real como el día y la noche o como la ley de la gravedad.
La Francmasonería
se basa en ese hecho que da por sentado, proporciona oportunidades para nosotros para
tener tal comunión, nos anima a entenderla y practicarla, y para que sea una de
las leyes de nuestra existencia; que es, en definitiva, y en verdad literal,
uno de sus principales principios.
La amistad, la moralidad y el amor fraternal son los principales
principios de la Masonería.
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