Cada día me sorprende más el silencio total
de la alta dirigencia de la Masonería Venezolana ante la grave crisis que vive
Venezuela y por ende sus ciudadanos y la familia masónica.
Con una inflación que ya supera el 600% y
en algunos productos hasta el 1200%, caída del PIB entre 6% y 9%, escasez promedio
de bienes del 82,3%, inseguridad, crisis de salud, menos dólares para atender
las importaciones básicas, etc, etc.
Uno observa las distintas voces nacionales
e internacionales que, preocupadas por la crisis, invitan a los actores
políticos a que busquen el dialogo para superar la actual situación.
La OEA esta por aplicar la Carta
Democrática en Venezuela, el Secretario general de la ONU Ban Ki-Moon hace un
llamamiento para que el gobierno y la oposición busquen un dialogo con el fin
de superar la crisis del país, el Presidente de España Mariano Rajoy dice que “Ni
España ni Europa debemos olvidar a los venezolanos”, la Gran Logia de Canarias
envía un mensaje de aliento a los Masones Venezolanos ante la crisis.
Así mismo es altamente preocupante lo
establecido en el Decreto 2322 del Estado de Excepción al suspender las
garantías de los derechos de asociación, reunión, expresión e información, con
lo cual en cualquier momento se podría prohibir las tenidas.
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